La reconciliación es contigo.

No hay nadie afuera. El éxito está en el yo presente, cuando se está en constante reconciliación con uno mismos.  

Sabemos que a lo largo de vida aparecen ciertas personas que nos hacen pasar malos ratos, semanas oscuras, años intolerables, que desajustan o merman el camino que se tiene planeado. Algunas personas de nuestro camino son fáciles de enviar al carajo, pero otras están pegados a nuestras vidas por un hijo invisible, como los hijos o los padres, posiblemente para algunos la pareja, hilo invisible que se cimienta tal vez o posiblemente por constructo moral, que nos parece imposible mandar al carajo la manera en la que se da la relación y merma el sentir el éxito en la vida, el estar en tiempo presente.

Hay otros personajes tóxicos, agresivas o violentas que no son ni la llamada familia directa pero que causan frustración, ira, presión hasta la fuga de la depresión, por ejemplo, los primos, los primos segundos, el tío que ni era tío, pero bueno vive ahí dentro de la familia y hay que aguántales. Para algunos otros los supuestos fieles amigos, porque alguien dijo que los amigos son para siempre, pero que te van picando la espalda.

Llega a tal grado la incomodidad, la irritabilidad, que tú eres el enfermo que no encaja, o bien eliges cambiar y pues, tampoco encajas. Y esta vez te dispones a perdonar los porrazos, los malos tratos, lo que hacen los otros, pues a sanar a los irrespetuosos, las deudas que los otros no se encargaron, y así te la pasas sanando hasta el perro que te toco.

Es que a la hora de las culpas las hacemos reales, a la hora de la falsa moral las hacemos reales. Y tu que carajos hace ahí, pues sanado cada pariente o a la sociedad entera donde te toco nacer. Pero y a qué hora tú, a qué hora miras hacia ti, dejas el papel de la víctima en la que el entorno te esta condicionando, porque el verdadero perdón no va en perdonar acciones y personas, el asunto es contigo, la relación es contigo, el compromiso de la reconciliación es contigo, es un volver al camino del éxito, es estar de vuelta al amor a ti.  

Porque también de algún modo en este enredo de la vida, has proyectado a personajes guías para hacer real la deuda, has proyectado caminos de espinas para hacer real el castigo, únicamente porque se te da la gana mandar al carajo de tu camino a aquello que no te aporta nada. Porque hay que buscar tu media naranja, hay que tomar a la pareje, luchar y darlo too para que suceda el cambio. Cuando la vida te lo pone claro, si es que eliminar la culpa, no de la película de vida, sino la culpa de cambiar tu película hacia otra vida. Requieres ir a la reconciliación contigo. Ir devuelta al amor a ti, porque ahí afuera no hay nadie. Solo tu.

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- DE VUELTA AL AMOR A TI -

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