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A veces hay que derrumbar muros para construir castillos sólidos.

Actualizado: 6 jun

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Es aquí donde hay que hacerse la pregunta con qué cimientos estás construyendo tu la realidad, preguntarse cómo te percibes frente al tema de lo que se comprende por amor y lo que esperas de ello, y he aquí las distorsiones, de entre lo que debería ser el amor y lo que en realidad es, generando  frustración y quedando atrapado en un tiempo por resentimiento.


En el tema del amor, hay diversas interpretaciones y distorsiones, de las cuales en realidad al final solo hay dos vertientes, la primera, el amor percibido mediante contrato de poseer un cuerpo que se pretende amar, en donde queda reducida la posibilidad y flexibilidad para ajustes, cambios y crecimiento de de relaciones de cualquier índole, y ahí mismo descansa un sin fin de literatura encaminada a explicar los dilemas y conflictos, que lejos de ver una salvación confunde al lector, porque en realidad en esta peculiaridad del amor no hay salida, pues aquí yace los no dichos, el deber ser en las relaciones dados por un marco no de valores, sino de lo valido en un determinado contexto que legítima una amor de posesión y para no perder hay que controlar. 



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Desde esta perspectiva, por supuesto que va generando desestabilidad, ya que se basa en el miedo a perder el objeto poseído, las relaciones descansan en, tu para mi y yo para ti, o también, yo para mi y tu para mi; que es la base de los roles de la víctima y el victimario, pero además entrando en falsa negociaciones, en lo que se proyecta como engaño, ante el incumplimiento del deber ser de una relación, que no es otra cosa que ir en incoherencia y por ende traición e injusticia. 


En este tipo amor de cuerpos se espera hacer algo por la relación en respuesta de un intercambio, dicha acción cuando no se recibe respuesta inmediata, viene el enfado, - lo hago por ti, yo que me sacrifique, que injusto, así me pagas-, es donde brota el sufrimiento. No hay la flexibilidad de cambio, se incumplió el contrato de cuerpos y como para la mente no hay separación, se lleva a todas las relaciones, mi enemigo es tu enemigo, y si es tu amigos eres mi enemigo, me has traicionado. De ahí las eternas guerras nacionales, mundiales, en busca de injusticia, hay que hacer justicia, quedando fuera el tema del verdadero amor.


En las relaciones del segundo tipo, las que denomino el verdadero amor, viene de ti, se expande en ti y se multiplica, es en sí una frecuencia en la que nada se gana porque nada se pierde, por tanto no hay interesa de poseer o controlar, sino que lo generas, sin buscar entregarlo, simplemente se percibe, se emana, se siente. Aquí no hay fuerza para la cual luchar, no hay intercambio energético, no es necesario, no hay desgaste porque es constante, infinita, no hay obstrucciones en ninguna área de tu vida, es donde tiene lugar diferentes perspectivas de ver la vida, el verdadero amor, descansa en la ausencia de miedo o culpa, es decir, no hay la intención de ataque o defensa.



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Ni el primero amor es malo, ni el segundo es bueno, es simplemente un motor de impulso al movimiento, pues aquí estamos en el mundo de la forma y hay que moverse, experimentarse, de ahí que todas las relaciones, toda sin excepción, tiene un para qué y la respuesta es sencilla, el movimiento.


De ahí que las justicia divina no tiene nada que ver con un resultado por mala persona, sino es los justamente que se tiene que encontrar para ir al amor verdadero, el movimiento, por eso para la espiritualidad nada es un error, pero aclara, en tu hermano puedes encontrarte o puedes perderte.


Luego entonces, ahora el ego de la ciencia dura, le da la razón a la espiritualidad, y expresa, todos estamos conectados, no hay un observador, todos somos observadores, todos estamos creando, todos estamos afectándonos unos a otros, hacia una danza amorosa del movimiento. Por eso si ya te estancaste, si ya te atoraste, si hay una aparente resistencia a asumir los cambios, siempre hacia lo mejor que es para ti, es momento de regresar De vuelta al amor a ti, y salir de la trampa de la víctima y el victimario, con todo gusto puedes acceder a nuestros talleres, y hacer un cambio profundo y dejar de estar atrapado en tiempos y seguir tu sano movimiento. Pero además te anexo este pequeño ejercicio que hay que repetir tres veces cada mañana por cada tercer día, para que comiences tu propio impulso de movimiento. 


Responde los siguentes cuestionamientos:

De esta experiencia en esta relación (coloca la relación que te quite tranquilidad).

¿Qué he aprendido para la mejora en mi y que afecte positivamente en mi vida?

¿Qué ha provocado de cambios favorables en mi manera de ser?

 

Ahora, verifica las respuestas y ahí si aún duele la cabeza, aún te entripa el estómago, todavía aprietas los puños y se te hace un nudo en la garganta, si es así o no, limpia para que ya estés en el tiempo presente, vamos a ello, repite tres veces de preferencia en un espacio al aire, la frase que a continuación se redacta, y vuelve a repasar tres veces por semana, únicamente por tres semanas:  

 

No estoy enfadado por la razón que creo estar.

Me dispongo a ver esto de otro modo,

Debe haber otra manera de ver la vida.

Renuncio al mundo que veo,

abandono la idea de ataque.

Reconozco que solo veo con el sentimiento de venganza,

me dispongo a partir de hoy a ver de otro modo.

 

.Esperando se a de utilidad para la mejora, te invitamos a nuestras masterclass y el Taller De Vuelta Al Amor a Ti.

 
 
 

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